sábado, 6 de marzo de 2010

METODOS PARA LA AUTOEDUCACION DEL ADULTO (ANDRAGOGIA)

El objetivo de la Pedagogía Nominal® es encauzar a las  personas a convertirse en terapeutas de ellas mismas.
La siguiente entrevista es parte del conjunto de técnicas aplicables hacia una ortopraxis terapéutica
necesarias para la construcción de las llamadas "tecnologías del yo".


Desde hace 30 años, el profesor de psicología de la Universidad de Texas James Pennebaker estudia el poder reconstructivo de la escritura. Invitado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Palermo, exhibe con sencillez sus hallazgos, nacidos en múltiples y disímiles escenarios, como la Nueva York posterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001, una clínica oncológica o la crisis provocada en California por el terremoto de 1989.
"Desde 1979 venimos estudiado cómo las personas enfrentan situaciones traumáticas dolorosas a través de la escritura expresiva. Comenzamos pidiendo a un grupo de estudiantes universitarios que escribieran sobre sus vivencias personales más dolorosas, y descubrimos que aquellas que se habían mantenido en secreto tenían mayor potencial de enfermar. Entonces, invitamos a las personas a nuestro laboratorio a contarnos anónimamente estos secretos", comienza diciendo Pennebaker.

"Con el tiempo y la ayuda de decenas de investigaciones que, desde entonces, se realizaron en el mundo entero, hoy sabemos que la escritura expresiva provoca una serie de efectos en cascada sobre la salud física: estimula la protección inmunológica, relaja y mejora la calidad del sueño, ayuda a controlar la presión arterial, reduce el consumo de alcohol y fármacos. Además, reordena el pensamiento, promueve la conexión con los otros y disminuye las crisis depresivas. Parece mágico."

-¿Cómo se explica esa magia? ¿Basta con relatar un hecho traumático para que su poder destructivo ceda?
-Cuando nuestras primeras investigaciones alcanzaron estado público, yo funcionaba como un imán que atraía a personas que se me acercaban para contarme sus vivencias traumáticas. Los escuchaba suponiendo que eso los aliviaría, pero al año siguiente volvían a encontrarme, el relato no era muy distinto y su estado de salud tampoco había mejorado. Entonces, aprendí que contar la misma historia, una y otra vez, no es necesariamente terapéutico. Una de las condiciones de la escritura expresiva es que movilice las emociones involucradas, en un proceso de reconstrucción del hecho traumático.

-¿Qué sucede en el psiquismo para que la escritura se convierta en un 
proceso potencialmente terapéutico?

-Escribir cambia la forma en que la gente piensa y organiza su mundo interno; exige detenerse sobre la experiencia, reevaluar sus circunstancias, hasta que se alcanza una nueva representación en el cerebro. Es un proceso que implica reinscribir las emociones en un nuevo formato. Sus efectos, especialmente en el terreno de la salud, no siempre son permanentes: es como tomar un analgésico, con efecto en el corto plazo.

-¿Cuáles son las consignas por respetar para que la escritura sea eficaz en la elaboración de tragedias, personales o colectivas?

-Las experiencias traumáticas [como puede ser el reciente terremoto de Chile atraviesan una fase inicial, que dura entre tres y cuatro semanas, durante la cual las personas piensan y hablan todo el tiempo sobre el hecho. En este período de emergencia que sigue al desastre, es como si autogestionaran un sistema terapéutico que no requiere la intervención de profesionales de la salud. Numerosas experiencias han demostrado que, durante esta fase, no es positivo aplicar la escritura terapéutica.

Personalmente estuve involucrado en dos estudios que fueron un gran fracaso. Uno de ellos fue con mujeres que estaban terminando su terapia de radiación contra un cáncer de mama. Como asistían diariamente al centro médico, les pedimos que escribieran sobre su experiencia. Sus escritos hacían un ejercicio de anticipación sobre una situación que no tenían ni idea de cómo se desarrollaría. De hecho, más de un tercio de estas mujeres al terminar el tratamiento estaban deprimidas, y la escritura no las había ayudado.

Es importante respetar este primer período antes de proponer este tipo de intervención, ya que sus efectos, si no, pueden ser negativos. Le sigue una fase durante la cual las personas ya no están tan dispuestas a compartir las historias de los otros y se mantienen concentradas en la propia. Y, finalmente, una tercera fase en la que sí son importantes y muchas veces necesarias las intervenciones como la escritura expresiva, que ayuda a elaborar y ordenar internamente la experiencia dolorosa.

Sin embargo, yo no propongo a la escritura expresiva para suplantar una psicoterapia; es una práctica complementaria a menos que se realice en el marco de un abordaje clínico, tal como hace la licenciada Mónica Bruder, referente del doctor Pennebaker en el país, con su propuesta de cuento con final positivo.
En la Argentina está culturalmente aceptada, inclusive estimulada la consulta psicoterapéutica; en
cambio, en los Estados Unidos no es así, por eso yo recomiendo a quienes atraviesan una situación
dolorosa o crítica que se sienten a escribir quince minutos diarios, durante cuatro o cinco días.
Si no se sienten mejor, entonces tendrán que pensar en otra alternativa.

miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿Estamos empalagados de Ricardo Fort, el rey del chocolate?

La investigación del fenómeno en el plano de la Simbología de Marcas fue realizada en formaa por María Fabiana Martinelli Celi.
La irrupción de Ricardo Fort en los últimos meses de 2009 generó un encandilamiento. Su nombre fue hit en los buscadores tal como lo evidencian los datos de Google Insights for search. Y algo similar sucedió con la marca Felfort que de pronto adquirió un barniz de popularidad extrema que trascendió a los nombres de sus clásicas golosinas como el Jack o las barritas Cerealfort. Y sentimos la necesidad de tratar el tema desde sus implicancias para el branding. Por eso invitamos a Edgardo Werbin Brener para reflexionar sobre el fenómeno Ricardo Fort. El experto en simbología estratégica de marcas se tomó el trabajo de desmenuzar desde el nombre Fort hasta las connotaciones del chocolate como producto nativo y poderoso. ¿En qué medida impacta su figura en la imagen corporativa de Felfort? ¿Cuál es el significado del apellido que se popularizó en menos de tres meses? ¿Cómo jugaron las figuras y contrafiguras de Ricardo Fort y Marcelo Tinelli? ¿Hasta dónde una figura puede servir a una marca corporativa o bien puede arruinar su imagen histórica?

domingo, 14 de junio de 2009

NOMBRES :SIMBOLOS GENERADORES DE CONDUCTAS

“Cada uno vive según los que los demás esperan de él”
( G.Johoda)

Existe una creciente creencia ya trabajada en los Estados Unidos sobre la influencia de los nombres en la conducta de los jóvenes. Bajo estudios realizados en ese país se consideró una muestra sobre una población de adolescentes de entre 13 a 16 años se tomó como base 100 nombres entre varones y mujeres.
Se extrajeron en primer instancia los más populares, se observó que independientemente de la raza los nombres menos populares son los que se encuentran asociados a la delincuencia. (Nombre y crimen) Sin obviar que es el entorno el que influye en la conducta de los adolescentes.
Los nombres menos populares además se asocian a un hogar desfavorecido, residiendo en un barrio de bajo status social y económico o que pertenecen a familias desestructuradas.
En muchas ocasiones el nombre impopular suele funcionar como “aislador” de los demás en las escuela o el barrio.
Los estudios arrojaron otros resultados tales como: el día de la semana influía en el número de delitos , así por ejemplo los nacidos el día miércoles eran proclives a delinquir.

Prof. María Fabiana Martinelli Celi

martes, 5 de mayo de 2009

PEDAGOGIA NOMINAL (NOMINATIO EDUCATIVO)

Que queremos decir con PEDAGOGIA NOMINAL?

Un pedagogo es, desde su raíz etimológica latina, PEDAGOGUS "un acompañante de niños". Sin pretender definir aquí su rol en el estricto sentido de la palabra, en relación con el nombre personal, el pedagogo adquiere desde nuestra perspectiva, una nueva dimensión. La investigación profunda sobre los significados del nombre incorpora nuevos elementos en la relación que se establece entre el educador y el educando. Aparecen nuevas claves para el acompañamiento del niño y del joven, en función de estimular nuevas pautas de comprensión de la propia personalidad y sus acciones.

El nombre personal, como primer identificador social heredado no elegido voluntariamente, actúa muchas veces como vector condicionante, determinando conductas, estableciendo estereotipos, estructurando personalidades. El niño y el joven queda "atrapado" en las redes significantes de un mandato que desconoce.
Aquí el rol del pedagogo puede ser clave como baqueano, como práctico de los caminos, trochas y atajos, como "compañero" más experimentado en las artes del que ya sabe lo que es nombrar y ser nombrado. A través de técnicas sutiles de la comunicación y el lenguaje, el educador permite rehacer y "renominalizar" algunos aspectos que la sombra del propio nombre opaca en el camino de la individuación. Como un artesano iluminador de imágenes, el pedagogo deja improntas de claridad, siendo retazos de luz que luego el joven con su caudal de información consciente e inconsciente, incorpora a su trama vital.

Prof. María Fabiana Martinelli Celi
Dr. Edgardo Werbin Brener

jueves, 16 de abril de 2009

PEQUEñO APORTE: PARA PENSAR

Desde la pedagogía muchas veces vemos estas facetas de nuestras patéticas sociedades, diluirse entre la sala de clases, ahora también en las salas de cines?

NOTA PUBLICADA EN PAGINA 12

Jueves, 16 de Abril de 2009

CINE › LAURENT CANTET HABLA DE SU NUEVA PELICULA, ENTRE LOS MUROS

“El aula refleja la sociedad”

El realizador de Recursos Humanos y El empleo del tiempo se interna en un aula de un colegio secundario de los suburbios parisinos y desde allí reflexiona sobre la sociedad francesa urbana de hoy. “Este microcosmos también nos describe a nosotros”, dice.

–¿Qué críticas buscó realizar al sistema educativo y a la cultura dominante?

–Quise mostrar la complejidad del sistema educativo. Quería juzgar lo menos posible a la gente, porque creo que no hay una manera de enseñar, no hay una solución mágica para los problemas. Me interesaba que se vieran los profesores en la película trabajando con los alumnos, y entre ellos también: por ejemplo, cuando están reunidos entre ellos y discuten sobre la necesidad del consejo de disciplina. Es gente que no tiene certezas, que está reflexionando y se sienten implicados en los problemas que tratan. Por otro lado, está la simpatía que yo siento por los profesores que se parecen a François: que escuchan a los alumnos, que creen que los estudiantes tienen que ser actores de su propio aprendizaje, que también creen que la seducción es la primera etapa en la pedagogía. Si uno quiere transmitir un saber, el otro tiene que tener ganas de escuchar lo que uno quiere decirles. Y para esto hay maneras de llegar a ellos, como hablar de manera distinta o tener una determinada calidad de escucha. Para ir un poco más allá del marco escolar, la película mira de manera crítica a la sociedad francesa en lo que tiene de cerrada sobre sí misma. Estos chicos no sienten encontrar su lugar en la comunidad francesa y si uno no se toma el trabajo de escuchar sus preocupaciones, todo esto va a traer problemas graves como, por ejemplo, lo que sucedió en los suburbios de París hace unos años. Es importante que la escuela escuche este sentimiento de exclusión que sienten.

–En los sistemas educativos de las democracias modernas resulta difícil que los alumnos puedan encontrar referentes. ¿Intentó abordar esta problemática?

–Quise evitar crear un profesor perfecto, típico de las películas americanas que les abre la cabeza y les da el saber, porque en la realidad no sucede eso. Los alumnos tienen como una desconfianza hacia el profesor. En la realidad hay muy pocos profesores como el de La sociedad de los poetas muertos. Los profesores no son perfectos, están siempre divididos entre varias posiciones, a veces sin saber cuál tomar, están obligados a improvisar todo el tiempo ante las preguntas de los chicos. Y muchas veces cometen errores y los chicos no se los perdonan. Los referentes son difíciles de encontrar, pero quizás eso sea bueno. Una de las características importantes del adolescente es oponerse al modelo de los adultos. Uno se opone al modelo de los padres. Y el profesor es un superadulto porque, además de ser más grande, tiene el poder, el saber y los adolescentes tienden a resistirse a eso.

Comentarios sobre la nota

Este es solo un extracto de la nota, las implicancias que a cada uno de nosotros nos resuenen permitirán tomar en cuenta y analizar hasta que punto, desde la pedagogía podemos mostrarnos no indiferente a comentarios o sugerencias aportadas bajo formas medíaticas como en este caso.

Para reflexionar profundamente , con acuerdos o desacuerdos. Promover, la multidimensionalidad de herramientas desde la pedagogía nos posibilitará apropiarnos díafanamente de nuestra tarea.

Prof. María Fabiana Martinelli Celi